Los bochornos en la mujer
Los bochornos con frecuencia se producen por los cambios hormonales de la menopausia, pero también influyen en ellos el estilo de vida y los medicamentos.

¿Los Bochornos que son?

Los bochornos y ataques de sudoración nocturna están entre los primeros signos y síntomas de la menopausia.

Estos indican un trastorno en la capacidad del cuerpo de controlar su temperatura, y se conocen colectivamente como síntomas «vasomotores».

Estos síntomas pueden estar acompañados por cambios del ánimo y una baja en el interés sexual.

El grado y severidad de los síntomas vasomotores varía considerablemente entre diferentes poblaciones y diferentes individuos. Por ejemplo, en un estudio sólo 9,5 por ciento de las mujeres japonesas de entre 45-55 años de edad sufrían bochornos, mientras que estudios realizados a mujeres occidentales demuestran que entre 50 y 70 por ciento tendrá bochornos.

La mayoría de las mujeres siguen sintomáticas por casi un año, pero alrededor del 50 por ciento sufrirá síntomas por más de cinco años. En casos severos, los bochornos se pueden producir dos veces por hora; generalmente, ellos se producen dos o tres veces al día.

Sequedad vaginal en la menopausia

La transformación a la que se ven sometidos los órganos genitales como consecuencia de la menopausia es enorme. Su propia forma va cambiando perdiendo elasticidad y la falta de estrógenos produce una sequedad vaginal que se manifiesta en forma de irritación, picor y molestias en la zona íntima.

Los problemas sexuales son relativamente comunes después de la menopausia. Por ejemplo, una encuesta en Australia descubrió que alrededor de una de cada tres mujeres de edad mediana informaron una disminución en el interés sexual.

Otra encuesta, en Gran Bretaña, descubrió que la sequedad vaginal fue informada por casi una de cinco mujeres del grupo en estudio.

La principal consecuencia sexual de la sequedad vaginal es el dolor en la relación sexual a lo que los médicos denominan «dispareunia».

La disminución de los niveles de estrógenos durante y después de la menopausia significa que las células de los tejidos de la vagina y del tracto urinario inferior no son estimulados como antes.

Esto resulta en un adelgazamiento de la superficie, una condición a la que los médicos denominan «atrofia». La sequedad vaginal es una de las consecuencias de la atrofia.